Un día de mucho trabajo estaba estresado porque tanto mis compañeros de trabajo como mi jefe me tenían cansado de tantas cosas que me mandaban hacer, claro yo era nuevo apenas tenía un par de semanas en ese trabajo, ya solo quería ir me a mi casa comer algo acostarme a ver películas y relajarme, estaba tan cansado que sentía que ya no podía ni con mi alma y todavía me quedaban dos horas de trabajo por el día, a los cinco minutos llega mi jefe y me manda a la oficina donde se sacan copias e imprimen y esas cosas y justo cuando voy llegando a la oficina escucho unos gemidos muy fuertes y al asomarme por la ventana de la oficina veo a una chica muy hermosa con la falda levantada, con los sostenes afuera, estaba acostada en una mesa y tocándose toda, mis ojos no podían creer lo que veían yo hasta llegue a pensar que estaba alucinando por el cansancio pero de repente me quede mirándola fijamente y veía todo lo que ella se hacia sus gemidos cada instante eran más fuertes y yo me empezó a desesperar, no pude más y abrí la puerta y para mi sorpresa la chica me miro con una cara angelical y me dijo con una voz algo temblorosa, ven acá no tengas miedo que pase lo que tenga que pasar yo no la conocía, ella no sabía quién era yo pero paso, la termine desnudando y tomándola entre mis brazos y mis manos a acariciaban poco a poco su piel al terminar sentí que fue el mejor sexo que había tenido en toda mi vida es mas hasta mi cansancio y estrés se evaporaron, nos vestimos y hablamos por un rato y al hablar nos dimos cuenta que tenemos tanto en común y ahora nos estamos conociendo mas, ella era una secretaria y ese era su primer día de trabajo.